17 febrero 2010


El Señor es mi pastor, nada me falta: 
en verdes praderas me hace recostar, 
me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.

Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. 
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas
conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mi, enfrente de mis enemigos; 
me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi
vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:O que hace pau en la foto???jiji...

Manu dijo...

"Si tardo más de diez minutos llamad al Papa"
Jesucristo cazavampiros