Como añoro el festival más grande de mi vida... las seis horas con Manowar y las mil y una cosas que nos pasaron... yo estaba entre ese montón de gente, junto con mis hermanos del metal flipando al ver como Eric Adams era el de siempre con esa voz característica que ha hecho que muchos seamos fans incondicionales de Manowar. Con la sorpresa de Rhino en las baquetas... con el Crown and the Ring cantado en directo... con W.A.S.P. y Doro... son demasiadas historias, por lo que espero que Pau y yo nos pongamos las pilas en breve para escribir las crónicas de los hijos del Metal...

Ahora miramos hacía el futuro en busca de un posible Magic Festival III... aunque lo más cercano es la edición en DVD de este festival que según parece lo mismo nos cae de gratis por haber estado alli, por ser true believers y esas cosas...

Es la caña ver como algo como la música o más concretamente te une a un montón de gente que no conoces. Gente que se atreve a venir desde Australia completamente solo, ingleses que a primera hora de la mañana ya estaban borrachos, auténticos nórdicos a los que yo, loco de mi, intenté retarles a beber, alemanes que acababan contandonos como les jode tener el peso de "nazi" en la espalda o tontos de murcia que demuestran que los españoles somos cafres por naturaleza, aunque por ello recibiera el mejor puñetazo del concierto...

Raise your Hand Brother of Metal...