... siempre llega la calma... o como diría mi vieja Ley de Bodom:

"Vale que nunca llueva a gusto de todos...pero siempre acabo yo mojado"

Comienzan los cambios, las apuestas están hechas, se ha prohibido la rendición parcial o total y se declara que la contienda habrá de llevarse hasta el final...

Es esa ronda de boxeo en la que no das más de ti y unas palabras de animo o un estallido de rabia te hacen sacar la fuerza de donde ya no existe para aguantar un nuevo round. Podrán temblarme las piernas, podré sentir una revolución total en mis entrañas, pero estaré ahí de pie, frente al puño del enemigo... esperando que otro nuevo golpe no me haga comer loneta y me de al menos una oportunidad de devolver el golpe con todas mis fuerzas internas...

Tin tin tin... ¡Siguiente Round!