16 agosto 2006
Anoche soñé que moría... y que empezaba una nueva vida. No recuerdo como era pero todo era nuevo, todo era empezar de cero... Eso me ha recordado que cuando era veinteañero y leia muchas cosas de ciencias ocultas me vino un pequeño bajón al pensar en la posibilidad de la resurrección... darse cuenta que te llevas toda una vida trabajando, amando, formando tu mundo, para que en un determinado momento se vaya todo por un agujero negro... borrón y cuenta nueva... ¿putada? - Si quizás tienes una vida puteada puedes pensar que quizás un "Pruebe de nuevo" sea a mejor, o lo mismo si rascas la nueva vida te salga de nuevo un "siga buscando"Ahora, tras el sueño, y con unos cuantos años mas... pienso que quizás no quiero saber que hay detrás de la muerte, no quiero saber que me espera tras las cortinas, si es que me espera algo... Si hay un cielo espero no ir (aburrimiento), si hay un infierno, creo que tengo un asiento reservado junto a los padres de mi locura... ja ja ja ja - ¿Quien te dice que hay detrás? ¿De verdad nos reencarnamos? hay quien opina que las reencarnaciones son una especie de filtro para ir purificando tu alma hasta que llega al nivel máximo y entonces llegas a la máxima paz... (y que hacemos los que no tenemos alma) - De oriente viene la cosa de que puedes reencarnarte hasta en un insecto (si has sido malo) y en Dungeons and Dragons pagas una suma de monedas de oro y sales de nuevo con un nivel menos...
Tengo mi vida, mis sueños completos y los que he de completar. Mis enemigos, mis amigos, mis triunfos y mis derrotas... toca vivir a tope, y como siempre he dicho, darle a Dios un bonito espectáculo (al dios que tu quieras, of course) -- que poco me queda para ser "mighty" :S
Y sacado de una canción de Saratoga...
Toda la vida rezando
por tu parcela en el cielo.
Dices que hay otro futuro,
que esto es una transición.
No me importa si existe un final.
Tal vez no.
Y por eso prefiero vivir bien mi vida.
Yo no quiero saber qué hay detrás del telón.
Si tu tienes más prisa, termina.
No te resignas a ver
lo que depara el destino.
Ciego prefieres creer
que el paraíso vendrá tras el último adiós.
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