14 agosto 2006

Cuando menos te lo esperas, te apuntas a un viaje inesperado de última hora y descubres que te lleva nada más y nada menos que al paraiso. Raposeira, en portugal, ha sido el destino de este fin de semana donde he conseguido descansar, mandar al estres con las olas y conseguir desconectar totalmente de todo. Un sitio precioso que me ha permitido bucear entre los peces, disfrutar de paisajes increibles, conocer gente con la que pasarlo de puta madre y disfrutar de las lagrimas de san lorenzo tirado en la arena.

Nada de civilización, todos en tiendas de campaña repartidas por la zona. Buen rollo entre todos los campistas (hubo un jippi que intento venderme gatos, y cuando descubrió la cantidad q yo tenía, lo superé), y sobre todo aquel sitio, que sin duda es un "must visit again".

En una semana de vuelta a Midiam... en parte lo hecho de menos y en parte no - pero bueno, es una nueva temporada que hay que coger con fuerza, y mínimo llegar al primer aniversario de la tienda (digo io que habrá que montarse una fiestecilla) - Pero bueno, saber donde está el paraiso reconforta bastante, para poder escapar de nuevo cuando el mundo gris de asfalto vuelva a intentar atraparme.

Y vuelve la ley del bodom...

"No envejeces cuando no cuentas el tiempo"

2 comentarios:

Bit dijo...

Dios. Esta actualizando casi a diario.
Si esto no es una clara señal de que el fin del mundo se avecina, no se que lo sera. :P

Llama putahl
XD

Sandy Gallia dijo...

yo tengo perdido mi paraiso... aun no lo encuentro, sospiro