02 febrero 2005
Aún pareciendo contradecirme, había visto esa oscuridad en otras ocasiones. No con mis desgastados ojos por la lectura y escritura a la luz de una débil vela, sino por mi propia alma. Había descubierto con ese tesoro que, según dicen es lo único que nos llevamos tras la muerte, esa oscuridad hecha forma que no tomaba parte en ninguna leyenda, no formaba parte de ningún ser proveniente de las profundidades del infierno. Esa oscuridad que veía atemorizado cada noche, esa oscuridad que me visitaba con fáciles tentativas carnales, era mi propia oscuridad. Un reclamo al mal que se engendraba en mi interior, alimentado por la soledad de mi cabaña, por el cruel frio que golpeaba mis vencidas ventanas, por la carcomida madera de esa vieja escopeta a la que cada noche le concedía una oportunidad más de paz, pensando en que quizás el sol de la máñana venidera podría arrancarme esa oscuridad.
El metal de las cadenas y las formas de la noche atormentan mis sueños. Cualquier atisbo de serenidad o lógica se ven forzosamente obligados a liberar ese nucleo desconocido para muchos, me hace ser quien soy, me hace ver el mundo de un único color, del color carmesí que llena mis sabanas, ese color carmesí que tiñe las oxidadas cadenas que me atan a este mundo al que todos han aceptado como el mundo normal.
Seguid, continuad pensando que lo que haceis es lo correcto. Intentad hallad un simple momento donde poder estar a solas, con vuestra oscuridad. Dejad que su tentación lleve a vuestra consciencia en un viaje a la verdad, al oxido del dolor, al placer carmesí, al derecho a pecar. Ella os contará, al son de las cadenas danzarinas, lo que realmente ocurre en esa cabaña de madera que todos poseemos.
El metal de las cadenas y las formas de la noche atormentan mis sueños. Cualquier atisbo de serenidad o lógica se ven forzosamente obligados a liberar ese nucleo desconocido para muchos, me hace ser quien soy, me hace ver el mundo de un único color, del color carmesí que llena mis sabanas, ese color carmesí que tiñe las oxidadas cadenas que me atan a este mundo al que todos han aceptado como el mundo normal.
Seguid, continuad pensando que lo que haceis es lo correcto. Intentad hallad un simple momento donde poder estar a solas, con vuestra oscuridad. Dejad que su tentación lleve a vuestra consciencia en un viaje a la verdad, al oxido del dolor, al placer carmesí, al derecho a pecar. Ella os contará, al son de las cadenas danzarinas, lo que realmente ocurre en esa cabaña de madera que todos poseemos.
V.
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4 comentarios:
Digno de Barker o de Gaiman.
Muy bien, Vichen.
¿Por qué me acabo de acordar de la primera vez que cayó en mis manos el básico de Kult? xD
LuMi
jejeje espero que en seis meses me veais en la tele y guarden para mi un rincon en el resumen del año 2005 :P
Crónica del Pastor Oscuro: El Genocidio de un pueblo completo (hasta los perros) xD
Salve oh gran Vichen,
quiero ser como tú cuando sea grande ^_^
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